Miles de personas en silla de ruedas, con muletas o dependientes, día a día se enfrentan en silencio a su mayor desafío: desplazarse por las calles de su propia ciudad. Los desperfectos de la vía pública, la ausencia de rampas y las aceras estrechas imposibilitan su libre movilidad.
Tras observar este problema, descubrimos que la movilidad reducida es más común en nuestro entorno de lo que creemos: nuestros abuelos y abuelas dependen muy a menudo de un bastón o un acompañante, y nuestros amigos o incluso nosotros mismos podemos tener un accidente y sufrir movilidad reducida.
Por ello, para asegurar la inclusión social y para mejorar tu calidad de vida hemos desarrollado este proyecto. Apostamos por la movilidad segura y sostenible, ¡apostamos por ti!